Vivimos en una etapa donde se ensalza de forma desorbitada «lo espiritual», relegando a un plano inferior y despreciativo «lo humano».

¿Pero qué es lo espiritual? ¿Acaso lo humano no es ya divino?

En los últimos años, muchas personas que se sintieron sometidas durante decadas por diversas religiones y dogmatismos, impulsaron diferentes movimientos del «despertar de la Conciencia o del Ser». Para ello, se asegura que existen diveras formas y pasos a seguir si se quiere llegar a ese despertar, sanación o integración del Ser en ti, sin caer en la «energía oscura«.

Sin embargo… ¿por qué hay que despertar nuestra Conciencia (el Ser) de un modo y forma concreta? Si no se hace de un modo concreto… ¿ya no es válido o no sería real? ¿Acaso no es precisamente eso imponer nuevamente algo desde lo que se cree, como lo hacian esas religiones?

¿Hay que Tener que Ser en vez de Ser?

El ser humano por naturaleza es dual, siempre verá cosas buenas o malas, se sentirá bien o mal, ya que nuestra mente es dual por naturaleza. ¿Se puede parar esa dualidad en la experiencia de vida humana? Analicemos dos opciones de cómo parar esa dualidad:

 <<Apollon, hija de Apolo dios del Sol, junto a su amigo el ángel Eros y la diosa del tiempo. Ambos están constantemente educándola para que se comporte como una diosa y no como una niña humana, ya que ella es mitad dios y mitad humano.

Es un buen ejemplo de cómo los dioses querían eliminar la parte humana de la niña mestiza al creer que era una parte inferior a la de ellos. Realmente Apollon vivía entre el mundo de lo divino y de lo humano, y se expresaba de ambas formas, sin que ello dejara de ser su Ser en los dos polos. Del manga de Hideo Azuma.>>

a) Para erradicar «lo malo» o «lo que no soy» en mi vida sigo unos pasos concretos y me focalizo en pensar solo cosas positivas o «buenas», que me hagan no darme cuenta o prestarle atención a «las malas». Y además me muestro en la medida de lo posible a los demás como alguien tranquilo, sosegado, trascendental, con hábitos saludables y evitando ocios banales. En resumen, creo una serie de hábitos y formas de expresión no innatos en mi espontaneidad (es decir, en mi Ser).

b) Realizo un sinfín de acciones y actividades (meditaciones, reiki, canalizaciones y diversas formas) que me hagan sanar «lo malo» en mi, y evadirme de lo mundano, para asi estar más cerca del nirvana y despertar espiritual. (Aclarar que con esto no estamos censurando estas acciones, sólo analizando el arraigo por lo cual las practico). Y además sigo o creo una serie de «rituales» o formas correctas de proyectar la energía al mundo. Pero si mi energía está alineada al miedo que siento al ver lo negativo en el mundo… ¿qué estoy proyectando entonces? Mi miedo a que no cambien las cosas. Es una no-aceptación externa, y por ende, interna. Es una dualidad enfrentada, que se convierte en dos opuestos (me opongo a algo o alguien, por lo tanto, lo censuro y lo catalogo como mejor o peor, sin darme cuenta que ahí tambien se expresa el Ser).

O directamente practico ambas opciones. Ambas cosas son lo mismo: IMPONERME «SER» y «HACER» y NEGAR LO QUE «YA SOY» y «TENGO»: la vida.

Son las pantomimas espirituales de la mente. La etimología de «pantomima» es «representación teatral fuera del escenario». Es decir, creer ser el personaje (ego) y a su vez, creerse su propia película de creencias, poniendolas en práctica en su vida, creyendose ser eso, como evasión de su verdadera realidad que le rodea y no quiere afrontar. Es no ser responsable de tu vida, pero querer serlo en tu imposición de vida.

Una afirmación polémica para los denominados «egos místicos». ¿Qué es un ego místico? Precisamente la mente que no se ACEPTA tal cual es en su «forma humana» y que anhela ser algo más perfecto y divino, pues se enjuicia en primera instancia a sí mismo (físico, sexo, pasado, orientación sexual…), y por ende, refleja a su entorno ese juicio con lo que considera «no correcto» o «no perfecto». Simplemente es una forma más de expresión de nuestro miedo.

Recordamos que con esto no estamos diciendo que lo anteriormente mencionado (como la meditación o diversas actividades) sea «malo» o «bueno». Simplemente se consciente de si estas actividades forman parte de tu vida como una «herramienta más» (como puede ser bailar o montar en bici, todo tiene beneficios) o si la tienes como la «herramienta que necesitas para vivir y poder llegar a Ser». Hay una gran diferencia entre disfrutarlo o necesitarlo. En lo primero hay espontaneidad y en lo segundo enfrentamiento.

Pero tranquilo, todo es por algo, y ambas cosas ya son la expresión del Ser en tu ser. ¡Tan sólo vive el juego de la vida según te toque!

Amar el miedo es la llave para entender lo que Soy y sus diferentes formas de expresión en este juego de la vida.

Tras leer esto tienes la opción de censurarnos porque algo te ha molestado (entonces hemos dado en el clavo!) o de indagar en ti sobre si puede haber algo de cierto en esto (y aplicarás la aceptación en ti y en tu vida!). Hagas lo que hagas, es y eres bienvenid@.

Por nuestra parte sólo decir que simplemente transmitimos lo que sentimos. No somos políticamente correctos. ¿Acaso la espontaneidad es correcta? El Ser no entiende de afirmaciones correctas o incorrectas. Simplemente ES a través de nuestra personalidad humana. Y a nosotros nos encanta Ser y ser en la vida. ¿Y a ti?

DEJATE SER Y VERÁS LA PAZ QUE YA ESTABA EN TI, SIN QUE NADA HAYA QUE SANAR, PORQUE NADA ESTABA ENFERMO. ERA SÓLO TU CREENCIA DE LO HUMANO Y LO DIVINO.

Miguel Ángel Díaz Saldaña