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La Crítica Conceptual y Conciencial: Dialogar para no culpabilizar. Parte 2
- 8 julio, 2015
- Posted by: CoachingPOP
- Category: Reflexiones de confrontación
Como decíamos en el post anterior, una crítica constructiva o Conciencial es aquella que nos hace confrontar los hechos sin identificación, y que no busca tener razón, simplemente dar lo que se Es sin miedo. Por el contrario, en la crítica destructiva o conceptual detectamos reacción, enfado, ansiedad… (en nosotros mismos y en los demás) lo que nos lleva a que saltemos a un estado de inconsciencia desde la mente, que emitirá pensamientos de forma compulsiva, descontrolada, entrando en juicios y comparativas.
Pero profundicemos un poco más en cada una de estas formas de crítica para llegar a una mayor comprensión de lo expuesto:
+ La Crítica Conciencial es la que expone sin esperar nada a cambio, tan solo compartir aquello que se ES para llegar a un Entendimiento mayor tanto de nosotros como de los demás, lo que conlleva una Realidad compartida más definida y concreta, en definitiva, más Real.
+ La Crítica Conceptual se dirige a la persona, a la identidad de ésta. Se tiene un concepto concreto y con identificación en nosotros (auto-concepto sesgado desde la mente inconsciente de lo que creemos que somos) y de nuestro entorno, entrando en una comparativa constante y una sensación de ser más o menos que los demás.
+ La Crítica Conciencial está basada en una observación objetiva de un equipo o individuo para confrontar y extraer unas conclusiones acorde a la Conciencia, a lo que sentimos.
+ La Crítica Conceptual busca culpabilizar, mientras que la Conciencial busca el Entendimiento. No es lo mismo decir «arrepiéntete de lo que has hecho, de las consecuencias de tus actos», que decir «¿qué podemos aprender de lo ocurrido, cómo podemos afrontarlo la próxima vez?».
+ La motivación desde la Crítica Conciencial es dar lo que se sabe y, si no se sabe, exponerlo de forma objetiva, sin condicionamientos ni miedos, para poder confortarlo. Es llegar a un Entendimiento desde el Diálogo sincero y abierto.
+ La Crítica Conceptual es general, mientras que la retroalimentación desde la Conciencia es concreta, específica. La crítica destructiva utiliza generalizaciones («lo has hecho todo mal»), mientras que el diálogo asertivo es muy específico, no busca culpabilizar («has accionado mal esa palanca»).
+ La Critica Conciencial hace que se comparta una Realidad común con nuestro entorno (o al menos en ciertas parcelas). Es algo muy efectivo en grupos de trabajo, ya que facilita la comunicación entre todas las partes al consensuar los objetivos en una Realidad más compartida desde la Empatía colectiva.
+ Todas las críticas son constructivas hasta que se demuestre lo contrario. La ventaja de este enfoque es que permite sacar todo el partido de las opiniones constructivas y desarma una parte importante de las críticas destructivas, al no identificarnos. Aprendemos y contribuimos a aprender, o al menos, a iniciar una confrontación Consciente.
+ Si partimos de la base de que toda crítica es destructiva, partimos de la base de que todo gira en torno a nosotros, pues todo lo que no es “nuestro” es malo o bueno. Entramos en una comparativa constante, donde no hay empatía con nuestro entorno.
Todo esto nos puede ayudar en mayor o menor medida, a identificar cuándo hemos entrado en una crítica Conceptual o si realmente lo hacemos desde la Consciencia. Pero, ¿hay alguna forma efectiva para poder identificar y parar en nuestro día a día una crítica Conceptual sin dejarse llevar por ella? ¿Cómo analizamos la situación sin ser efecto de la crítica? Ahondaremos en estos aspectos en el siguiente post: Filtros para parar la crítica Conceptual.
Aunque con otras denominaciones, te estás refiriendo a las críticas objetiva y subjetiva, ambas válidas. Yo puedo criticar un crimen que sufren otros, por empatía y solidaridad (objetiva), o bien criticar un crimen del que yo soy víctima (subjetiva). Ambas son racionales y procedentes, porque en ambos casos de trata de denunciar la injusticia.
Muchas gracias por exponer tus comentarios y compartir.
Concretamente no nos referimos a la crítica objetiva y subjetiva, sino a un grado de crítica diferente: la crítica desde la Mente (intelecto y emociones) y la de la Conciencia (espontaneidad, lo que realmente se Es sin apegos).
En la crítica conceptual volcamos de forma consciente e inconsciente nuestro ego (personalidad aprendida según nuestras experiencias). A veces lo hacemos de forma consciente, actuándo desde esta personalidad que desea ser «más» o «menos» que los demás para sentirse aliviado en su miedo. De ahí que a veces se critique desde una posición de superioridad moral o inferioridad (victimismo).
La crítica conciencial (desde la Conciencia) no tiene identificación con este hecho, simplemente expone desde la tranquilidad y espontaneidad, sin buscar objetivo alguno, pues desde el Entendimiento de la Conciencia no existe lo bueno o lo malo, lo justo o lo injusto… Todo tiene un por qué, y simplemente se acepta y Deja Ser, pues en esas experiencias está ya manifestándose un aprendizaje (interno y externo). Si le damos mayor importancia, estamos poniendo de manifiesto nuestro miedo, y pasaremos de un estado de tranquilidad a uno de ansiedad.
Desde la crítica conceptual aplicamos los términos «justo» e «injusto», creando una moral y ética en base a miedos instaurados en nosotros. Tenemos miedo a que algo se produzca, y actuamos como jueces ante ello, desde «mi posición de la verdad» (que evidentemente lo es tal, sino una expresión de ese miedo en forma de ego).
Aplicar la crítica Conciencial implica despojarse de esos conceptos aferrados e identificados en nosotros a causa de incomprensiones originadas en nuestro pasado, que han modulado lo que a día de hoy es nuestra conducta (personalidad aprendida, que no lo que se Es de forma innata). En la crítica conceptual no existe la crítica objetiva ni subjetiva, pues «yo» y «tu» es lo mismo. Es lo que se entiende por la expresión del Amor (entendido desde la Conciencia).
Te recomiendo estos posts relacionados, donde profundizamos en este origen de la personalidad adquirida a causa de miedos insconscientes:
+Miedo en mí, miedo al entorno: los Almacenamientos Defectuosos (III) -> http://www.escuelamotivacional.com/neolife/almacenamientos3/
+ Conciencia y Mente (intelecto y emociones) -> http://www.escuelamotivacional.com/neolife/preguntas1/
+Sin meta, sin Miedo -> http://www.escuelamotivacional.com/neolife/sinmiedo/
Si somos conciencial en nuestra crítica ,necesitamos receptores concienciales ,ya que ,de otra forma comienza un desgaste en la relación.
Ser conciencial en nuestras relaciones implica no catalogar ni conceptualizar al entorno, sino aplicar la empatía y compartir las parcelas y temas de nuestra realidad que sabemos que somos afines, con aceptación. Es decir, no buscamos relacionarnos con gente «afín» ni que esté en un «nivel determinado», pues no se clasifica. De la diversidad en las relaciones tenemos una gran oportunidad de aprender sobre nosotros mismos, pues lo que no me gusta de alguien probablemente lo tengo instaurado en mí (en su igual o en su opuesto) a causa de un miedo no comprendido.
Vivir la vida con Conciencia es disfrutar de cada instante afrontando cada situación con Entendimiento, sin conceptualizar lo que es «bueno» o «malo». Crear una diferenciación ente «gente conciencial» o no, sería la catalogación dual que hace la Mente a causa de nuestras incomprensiones. Cuando se está en Conciencia no hay desgaste ante la incomprensión de los demás, pues surge la empatía al comprender su percepción de la «realidad» sesgada.
La Conciencia se expresa de forma consciente e incosnciente, por que todo lo que se nos presenta es un aprendizaje a aplicar para ser conscientes de ese «algo».
Dejar claro que si ese «alguien» no tiene predisposición propia a indagar en sí mismo, es conveniente no interferir, pues hay que aceptar cada proceso de cada individuo y dejar ser. Si no, acabariamos siendo efectos de la incomprensión de los demás que reestimularía una incomprensión propia. El desgaste viene de intentar que esa persona «haga» o «vea» lo que yo considero que debe «ver» o «hacer», por que no acepto su actuación.
Es decir, que actuar desde la Conciencia implica espontaneidad sin clasificación ni esperar algo de alguien.
Si vemos que no somos capaces de gestionar esa relación en este instante porque entramos en un proceso de juicios y «críticas» mutuos sin cesar, lo mejor es aceptar ese proceso y «dejar ser» esa realidad, construyendo la nuestra según sentimos desde nuestra motivación y tranquilidad. Siempre es apropiado, previamente, indagar en las siguientes preguntas antes de tomar una decisión: «¿Por qué no soy capáz de aceptar algo o a esa persona? ¿Qué espero de ella? ¿Por qué?».
Aplica la sinceridad con humildad y aparecerá la respuesta. A veces comprendemos una «no-aceptación» en nosotros gracias a preguntarnos esto, lo que facilitará la gestión en las relaciones personales desde la Conciencia.
Muchas gracias Carol por compartir!
Buenas tardes Carol, se agradece tu comentario.
Con la crítica, ocurre una cosa muy curiosa: Estamos acostumbrados a poner la atención en los demás cuando tratamos de evaluar las relaciones con nuestro entorno, y es justo al contrarío. Cuando los juicios, las críticas o la forma de ser o actuar de otros nos afecta y no somos capaces de aceptarlo, puede ser aconsejable tomar distancia en ese momento, pero es fundamental que nos preguntemos: ¿qué es lo que me afecta de esta persona? ¿qué hay en ella o en su forma de ser que hace que pierda mi calma natural? ¿Qué miedo o incomprensión está reestimulando? De esta forma, dejamos los juicios externos a un lado y la comparativa de ser mejor o peor que los demás y entramos en un proceso de autoconocimiento a través del diálogo interno, lo que reforzará nuestra empatía para con nosotros y los demás y comenzaremos a forjar una Realidad Real sin conceptos o prejuicios.