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La Crítica Conceptual y Conciencial Parte 3: Filtros para parar la crítica
- 5 agosto, 2015
- Posted by: CoachingPOP
- Category: Reflexiones de confrontación
Tras los dos últimos post sobre la crítica, hemos analizado cuándo se da la crítica Conceptual y cuándo se da la crítica Conciencial. Pero, ¿qué hacer cuando se nos hace participe de una Crítica Conceptual o nosotros hemos entrado en ella, aunque sea de forma interna? ¿Cómo parar esto y poder comenzar a construir?
Lo fundamental es diferenciar entre lo que SABEMOS y lo que CREEMOS que sabemos. Es decir, ¿buscamos compartir o culpabilizar? Y este sería precisamente el primer filtro para saberlo:
Plantéate para identificar y parar la CRÍTICA CONCEPTUAL: LA VERDAD.
¿Es cierto y se ha constatado lo que se expone con todas las personas afectadas?
Muchas veces, cuando actuamos en base a nuestros miedos, solemos dejarnos llevar por el entorno. Esto en la mayoría de los casos deriva en que no se controla nuestra mente y nos dejamos llevar por la vorágine del cotilleo, de la crítica, del juicio moral o ético que ni es moral ni ético al tratarlo desde la Mente y no desde la Conciencia.
¿Controlas tu Mente o te dejas llevar por la crítica conceptual y criticas?
Si a pesar de aplicar el primer filtro, se continúa con la crítica conceptual, lo mejor será no continuar con ese diálogo o dejarlo estar sin reaccionar, pues intentar confrontar no tiene sentido en ese momento, ya que se está en una búsqueda de enfrentamiento y de reacción, al no compartirse la misma realidad. Es importante saber identificar el estado en el que nos encontramos nosotros y nuestro entorno y actuar en consecuencia, para no potenciar estados negativos. Mejor dejarlo estar en ese instante.
Si al aplicar el primer filtro, creamos una duda, se inicia algo importante. Esto probablemente repercuta en que la crítica conceptual no esté excesivamente reforzada al tener un diálogo interno consigo mismo entre su Mente y Conciencia, al intuir que quizás no es cierto lo que se CREE que es.
Si a través del primer filtro paramos la crítica, comenzamos a compartir una Realidad común: la que ES.
Si a pesar de aplicar el primer filtro, se insite en la crítica conceptual:
Plantéate en ese instante EL SEGUNDO FILTRO para parar la CRÍTICA CONCEPTUAL: LA BONDAD.
No sabemos si es real pero, ¿es bueno para alguien? ¿te hace algún bien hablar de eso?
Si a pesar de aplicar los 2 filtros, de nuevo se insiste en continuar la crítica conceptual, lo mejor es nuevamente dejarlo estar, no reaccionar o aplicar el tercer y último filtro:
Plantéate en ese instante EL TERCER FILTRO para parar la CRÍTICA CONCEPTUAL: LA UTILIDAD.
No sabemos si es real y no es bueno. ¿Al menos, sirve para algo? ¿Aprendemos o a alguien le vale esto de algo?
Estos sencillos filtros nos pueden ayudar en nuestro día a día a tener una conversación más consciente con nosotros mismos y con los demás. No obstante, el primer paso para ello es reforzar nuestro diálogo interno para tener una mayor empatía con nosotros y los demás, lo que nos dará como resultado una realidad más común.
Por último, y a modo de repaso, veamos las diferencias que existen entre la Crítica Conceptual y la Conciencial tras lo ya expuesto anteriormente:
- La Crítica Conceptual preferentemente distorsiona la Realidad.
- La Crítica Conciencial expone la Realidad tal y como Es.
- La Crítica Conceptual juzga y enjuicia desde los conceptos de “lo que es correcto” y de “lo bueno” y “lo malo”.
- La Crítica Conciencial se confronta desde el respeto y empatía, viendo la realidad de cada parte en ese instante del hecho.
- La Crítica Conceptual alarga la comprensión del diálogo o no lo consigue, alargando el tiempo del mismo sin efecto positivo.
- La Crítica Conciencial es con Voluntad y Entendimiento, creándose Empatía y comprensión de lo ocurrido.
- La Crítica Conceptual ejerce, en su menor caso, resistencia y, en el mayor, enfrentamiento.
- La Crítica Conciencial guía desde la Conciencia común y emana Energía positiva (constructiva) que contribuye en todos y potencia la colaboración y la asertividad.