¿Eres de los que intentan llevar la razón y justificar lo que cree? ¿O acaso eres de los que reconocen sus problemas y no tiene inconvenientes en comunicarlos abiertamente a los demás?

En ambos casos estás identificado con tu Resistencia. La Resistencia del control de tu Ego por miedo a Ser.

Porque la resistencia de tu ego (es decir, de tu miedo) es crear un sistema de creencias con el que identificarse con lo que éste cree que es y debe hacer y tener para ser mejor o tener lo que se necesita o desea.

Tómate un minuto de desidentificación. De permitirte opinar sin identificarte con lo que crees que debes defender, dudar o censurar. Encontrarás un mundo que te impides reconocer porque eso implicaría tener que reconocerte a ti mismo, y por ende, respetarte y permitirte Ser.

Y al ego que está resistiéndose no hay cosa que le dé más miedo que dejar de controlar su vida, sus creencias: su resistencia. Porque la creación de esta resistencia es un engarce directo con su incomprensión, con su miedo. Con lo que se idealizó y posteriormente se chafó, se hundió, se desmitificó. Y eso le hace sufrir.

Sufre por sentir o pensar que en algún momento va a volverse a sentir igual de inferior o de desatendido.

Sufre por pensar que todo lo que hace no es suficiente, porque sigue sufriendo.

Sufre porque se marca objetivos que no consigue o que se impone que sean más perfectos y mejores.

Sufre porque cree que es un sufridor y víctima del mundo y de sí mismo, de su imperfección.

Sufre porque tiene que luchas por cambiar las cosas que cree que deben ser diferentes y se identifica con lo que cree hasta tal punto de vivir para esa lucha.

Sufre porque se resiste a dejar de creer lo que cree, por miedo a sentir lo que ya siente e intenta aliviar con sus creencias.

Sufre… sufre… y sufre… porque no se acepta a sí mismo.

No te resistas más. Tu resistencia es la que te hace sufrir por miedo a seguir sufriendo. Simplemente permítete demostrarte a ti mismo que esa resistencia es una creencia irreal, de tu distorsión de tu vida y de ti mismo.

Deja de aliviarte evadiéndote en lo positivo, lo espiritual o lo políticamente correcto. Todo eso sólo te lleva a lo mismo: seguir sufriendo por obligarte a ser y sentir lo que no eres ni sientes.

Si estás leyendo esto, sabrás dentro de ti que esto no es nada nuevo, algo en ti ya lo sabe. Porque no eres tu RESISTENCIA. No eres tu CREENCIA. ERES lo que te da miedo SER: IMPREDECIBLE, ESPONTANEO.

Simplemente eres un ser humano más, tú mismo; que lo es todo y nada a la vez.