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El Tiempo Presente: cargar con el pasado, impaciencia al futuro o vivir el momento en cada momento.
- 28 febrero, 2016
- Posted by: CoachingPOP
- Category: Reflexiones de confrontación
¿Somos conscientes de dónde volcamos nuestra atención en nuestro día a día? ¿Existen Pasado, Presente y Futuro? A través del siguiente tema, analizaremos los diferentes estados por los que podemos pasar y si realmente vivimos nuestro día a día o divaga nuestra atención en preocupaciones Pasadas o Futuras. Y si es así, con qué herramientas contamos para comenzar a vivir el momento en cada momento: EL PRESENTE.
LA LÍNEA DEL TIEMPO: PASADO-PRESENTE-FUTURO
Puede resultar interesante reflexionar sobre la existencia de lo que percibimos como ‘tiempo’. Es decir, ¿existen pasado, presente y futuro?
Si hablamos del Pasado bien podríamos decir que en todo caso existió. Pero ¿existe en nuestro día a día? Algunos dirían que sí, alegando que en función de nuestras vivencias pasadas somos en nuestro momento actual. ¿Realmente podemos revivir nuestro momento pasado? La respuesta es no. En todo caso, podemos recordar ese pasado, que no es lo mismo.
Por otra parte, por el mero hecho de recordar, no estamos viviendo ese pasado. Puede llegar a resultar útil rememorar ese pasado para aprender de él, pero vivir buscando o temiendo o anhelando que se repita el Pasado es vivir en un mundo de supuestos que nos lleva de manera constante a la preocupación, a la impaciencia o a la ansiedad.
Si hablamos del Futuro, podríamos decir que en todo caso existirá. Pero que cuando llegásemos a él, dejaría de ser Futuro para ser Presente. Por tanto, podemos concluir que tampoco lo podemos vivir, es decir, nunca será una realidad cierta para nosotros.
Como conclusión podríamos decir que vivimos en una sucesión continua de momentos Presentes. El único lugar en el que podemos REALMENTE VIVIR y, por tanto, en el que podemos ser felices es el PRESENTE.
Y aquí puede surgir una duda: si no me preocupo por el futuro, ¿me dejo llevar por el día a día sin organizar mi vida? En este sentido, hay que tener en cuenta que no es lo mismo preocuparte por el Futuro, es decir, hacer algo en base a un miedo para prevenir un Futuro incierto, que planificar tu día a día OCUPÁNDOTE y organizándote desde el Presente sin temor a supuestos. Vivir el Presente no es igual a vivir desorganizado. Hacer lo que Oru, el personaje del cuento, es lo más sano: OCUPARNOS en vivir nuestro Presente para poder DESPREOCUPARNOS del Pasado y del Futuro.
IDENTIFICAR EN QUÉ MOMENTO TE ENCUENTRAS
Ya conocemos los procesos, pero ¿cómo saber cuándo fluctuamos en el Pasado, el Futuro o en ambos? Lo fundamental es hacer un ejercicio de introspección y analizar nuestro estado actual. ¿Cómo nos sentimos ante una determinada situación? Una buena forma de determinar nuestro estado es detectar nuestras Quejas. Si nos quejamos de algo, hay PREOCUPACIÓN O IMPACIENCIA, hay MIEDO. Éste es el primer síntoma gracias al cual podemos percibir si estamos fluctuando. Alguien que se mantiene en Tiempo Presente no se preocupa o se impacienta, focaliza su atención en el momento y se OCUPA de los posibles problemas sin MIEDO.
Es decir, aunque nos estemos OCUPANDO de algo, el MIEDO siempre conlleva PREOCUPACIÓN. Y si hay preocupación, hay fluctuación en el Tiempo. Y si hay miedo es porque recordamos una situación igual o similar que identificamos de manera errónea en nuestro momento actual, reviviéndola y somatizándola en nuestro cuerpo como si ya se estuviese produciendo, y temiendo que ese algo ocurra de nuevo en el futuro.
Por tanto, podemos concluir que lo más sano es OCUPARNOS de cualquier asunto sin miedo al futuro y sin identificarnos con situaciones de sufrimiento pasado para poder al final DESPREOCUPARNOS, viviendo así de instante en instante nuestro PRESENTE.