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Sin meta, sin importancia, sin miedo
- 17 enero, 2016
- Posted by: CoachingPOP
- Category: Reflexiones de confrontación
La relatividad de lo «importante».
Cuando estamos plenamente identificados con los miedos, lo que más tememos es que nos acompañen el resto de nuestra vida; nos surge la terrible pregunta de si seremos capaces de convivir con ellos. Ante esta incertidumbre, caemos en estados de desesperación y desesperanza porque ¿quién sabe lo que nos depara el futuro? ¿Y si es más de lo mismo?
Como consecuencia nos enfrentamos a los miedos deseando que mañana ya no estén ahí, esperando que desaparezcan para empezar a actuar, y lo más importante, para empezar a ser felices ya que, si tenemos miedo, ¿cómo vamos a serlo?
Pero al querer que los miedos no estén ¿qué estamos haciendo realmente? Precisamente pensar en esos miedos porque nos importan. Nos marcamos la meta de que dejen de estar y de esa manera lo que hacemos es pensar y pensar en ellos, importándonos más cuanto más lo hacemos, y sufriendo así más miedo pues los hacemos permanecer ahí.
Así que le preguntamos constantemente a nuestro miedo: ‘’¿estás ahí?’’ Este responde: “sí”. Como consecuencia, tenemos miedo. Cuando nos hemos calmado un poco, volvemos a preguntarle: ‘’¿sigues estando ahí?’’ y este responde: “sí”, reforzando nuestro sufrimiento y entrando en un bucle mental que bien podríamos describir como la pescadilla que se muerde la cola. Le estamos “dando cuerda” al miedo.
¿Cómo no va a estar el miedo si lo estamos llamando? Queremos saber si se ha ido y para ello llamamos continuamente a su puerta porque nos importa, y mucho, su presencia. Ese simple hecho hace que lo tengamos presente constantemente en nuestro día a día, al caer una y otra vez en el mismo patrón.
Es darle cuerda a un “pollito de cuerda” que salta. A mayor cuerda, más saltará. El muñequito es el miedo, la cuerda es la importancia que le das. Cada vez que le prestas atención, le dar cuerda al muñeco. Y los saltos son la re-estimulación del miedo, el efecto que tiene en tu vida y entorno por tu acción basada en el condicionamiento que el miedo te causa.
Cuando actuamos así es porque nos hemos marcado una meta clara: queremos que el miedo deje de estar, que los pensamientos que nos hacen sufrir se esfumen, porque nos importa su presencia.
En lugar de estar viviendo el momento presente, estamos proyectándonos hacia el futuro, poniéndonos en lo peor e imaginándonos en compañía del pensamiento compulsivo y del miedo.
La importancia de los pensamientos que nos generan miedo es relativa, pues dependerá de la carga emotiva que les pongamos. Cuanto más me importan, más me enfrento a mis miedos. Más cuerda le doy al “pollito”.
Así el miedo siempre estará.
Hemos de cambiar el enfoque, hacernos las preguntas apropiadas:
-¿Qué pasa con eso que me importa si ya no me importa que esté ahí?
-¿Qué ocurre si en lugar de enfrentarme al miedo (que no a “mi” miedo, pues no me pertenece), lo acepto?
-¿Qué ocurre con los pensamientos que me generan miedo si no me importa seguir teniéndolos?
-¿Qué pasa con lo que (me) importa, si no (me) importa lo que (me) importa? (Quítale los “me”, pues el miedo no es inherente a ti).
De esta forma el bucle toca a su fin, la pescadilla suelta la cola. Dejamos de darle cuerda al pollito. Porque cuanto menos me importa, más lo acepto.
Como apuntábamos, la importancia es relativa ya que la graduamos nosotros en base a los conceptos que hemos adquirido y a la comparativa con nuestro entorno.
Si aceptamos los pensamientos sin importarnos si están o no están, aunque surjan, dejaremos de temerlos; ya no hay meta a la que llegar. De esta forma, estamos dejando de llamar a la puerta del miedo, estamos relativizando su importancia, estamos des-identificándonos.
Estamos siendo libres.
Intentando cambiar tu realidad tan solo alimentas al miedo. Le das cuerda al pollito, le estás dando cuerda a tu miedo.
Escucha y comprende lo que te dice el Miedo.
En el MIEDO está la gran oportunidad para SER.
Prólogo del libro «Afronta el Miedo», de la línea de Guía Confrontación y el curso del mismo nombre.
Me gustaria recibir informacion q vosotros considereis de mi interes.
Muchas gracias.
Saludos
Gracias Ricardo, te incluimos en nuestra lista de contactos para que recibas nuestras entradas. Te animamos a compartir tus reflexiones. Gracias!
Escuela Motivacional LinePRO
Muy bueno. Enhorabuena
En la vida hay que ser valiente si dejamos los problemas sin resolver será peor pues debemos enfrentarnos a la pura realidad del momento y plantar un valor delante de ese problema que se nos ha planteado por mucho que lo dudemos debemos ser hombres o mujeres capaces de demostrar que le plantamos una rápida solución a lo que nos quiere atropellar en nuestra vida nuestros derechos y nuestras libertades como personas libres que somos como seres humanos que hemos nacido como almas que debemos ser tal cual